Las úlceras por decúbito o presión (también conocidas como escaras) son uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos quienes cuidamos de un adulto mayor. Una úlcera por presión aparece cuando la presión, la fricción u otros factores dañan la piel de nuestro ser querido cuando pasa mucho tiempo en cama o ha perdido su movilidad. Puesto que su piel es mucho más delgada y cicatriza a un ritmo mucho más lento, una pequeña lesión se puede convertir en una herida.
¿Cómo se ven las úlceras por decúbito?
Las escaras pasan por 4 estadios y cada uno tiene un aspecto muy diferente. Cada uno de los estadios amerita un manejo diferente. Nosotros, como personas que cuidamos de nuestros seres queridos, debemos de estar muy atentos a las úlceras estadio 1, pues es cuando podemos tomar una acción rápida y prevenir que la herida avance.
¿Sabías que una úlcera por presión se puede formar en tan solo unas horas pero puede tardar meses en sanar? [1]





¿Cómo saber si una herida es una úlcera por decúbito?
No todas las heridas que aparecen en el adulto mayor son úlceras por presión. También están las úlceras diabéticas y varicosas, y lesiones que pueden originarse en golpes o incluso sitios de inyección. Así pues, la principal manera en la que puedes saber si una herida es por presión o decúbito, es gracias a su ubicación.
Debido a la pérdida de músculo en el adulto mayor, las prominencias óseas ejercen una fuerza mucho mayor en los llamados puntos de presión: cadera, sacro, talones, codos y nuca son de los más frecuentes. Pero también debemos de considerar los hombros, la columna, los tobillos y detrás de las rodillas [2]. En los varones también pueden aparecer en el pene.
En compañía de la heridóloga Lilia Zavaleta, desarrollamos la guía definitiva de escaras y apósitos en la cual podrás averiguar cómo surgen las escaras y cómo tratarlas.

¿Cómo prevenir las úlceras por decúbito?
Afortunadamente, la mayoría de las úlceras por decúbito se pueden prevenir. Pero hay que entender que la herida es sólo la punta del iceberg y que, para evitarlas, debemos evaluar:
- La nutrición: pues pacientes que pierden mucho peso son más propensos a escaras.
- La movilización: pues pasar mucho tiempo en una postura genera puntos de presión.
- Las enfermedades y la medicación: ya que pueden afectar la cicatrización y la sensibilidad de tu papá o mamá.
- El entorno familiar: ya que el cuidado de un adulto mayor suele ser una tarea muy emocional.
En el día a día, la prevención de escaras implica cumplir con un plan de movilización y reposicionamiento, y el cuidado rutinario de la piel, es decir, higiene y aplicación de alguna crema o ungüento.
Fuentes
[1] Bluestein, D. y Javaheri, A. (2008). Pressure Ulcers: Prevention, Evaluation, and Management. American Family Physician, 78(10), 1186-1194. https://www.aafp.org/afp/2008/1115/p1186.html
[2] Mayo Clinic Staff. (29 de febrero de 2020). Bedsores (Pressure Ulcers). Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/bed-sores/symptoms-causes/syc-20355893
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