Te compartimos la historia de Laura Lara y la grúa para pacientes de Abuelo Cómodo y como ayudó a su familia en el cuidado y movilización de su abuelita.

“Ya tiene 94 años, ya está grande y, como quien dice, sus huesitos ya están muy frágiles, así que se fracturó la cadera, pero gracias a Dios ya soldó la fractura”, cuenta.
Antes de la grúa para pacientes
Laura confiesa que a partir de la fractura ella y sus familiares tenían miedo de cargarla como antes, porque “se necesitaban dos personas y usábamos una sábana. Una persona la agarraba de una orilla y la otra la agarraba de otra orilla. Así se me hacía más peligroso porque una persona tiene más fuerza que la otra y una podía jalar más que la otra”.

“Vi las opciones que había de grúa para pacientes, pues estuve buscando algo para pasarla de la cama a la silla, para poderla sacar a dar la vuelta y encontré la página de Abuelo Cómodo”.
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Laura recuerda que antes de comprar la grúa de Abuelo Cómodo adquirieron un aparato que no les funcionó para mover a su abuelita, quien se negó a usarlo, “y esta grúa del Abuelo Cómodo está muy segura, está muy maciza, es más amigable. Por ejemplo, el anterior, mi abuelita nomás no pudimos, no pudimos lograr que la usara, todo era un drama para subirla, no, no pudimos nunca. Y con esta grúa ya ahorita, ella misma la pide. Sí, recomendaría esa grúa”.

Laura también analizó rentar una grúa para pacientes, “pero la verdad que el costo era alto, en cuatro meses de renta hubiera pagado lo que me costó esta grúa. También vi los comentarios de varias personas cuando estaba evaluando si comprábamos o no la grúa, y vi que mucha gente decía que le hubiera gustado descubrirla antes. Lo mismo pienso ahora yo”.
Puedes disfrutar de la historia de Laura también en este video:
Durante un largo tiempo Laura ayudaba a cargar a su abuelita “y digo, ¡ay, nos hubiéramos ahorrado mucho! Pues sí, mucho cansancio, por ejemplo, mi tía que es la cuidadora principal tuvo una hernia chiquita a raíz de las cargadas de mi abuelita, de cargar a mi abuelita. También se desgarró el muslo derecho en un esfuerzo que hizo por pasar a mi abuelita de la cama a la silla”.
Laura comenta que la mayoría de las personas que cuidan a su abuelita son mujeres, “entonces si queríamos pasar a mi abuelita a la silla necesitábamos que hubiera dos hombres o mínimo uno que nos ayudara. Necesitábamos tres personas para pasarla de la cama a la silla, dos que la cargaran con la sábana y otra que estuviera empujando la silla de ruedas. Otras veces la levantábamos sujetándola de los dos brazos, pero a mí me daba miedo porque se me hacía que en cualquier rato se me desbarataba. Por eso ahora me siento más segura con la grúa de Abuelo Cómodo.”

Laura utiliza la grúa para pacientes para pasar a su abuelita de la cama a la silla de ruedas y de la silla a la cama, “pero yo sí le digo a mi tía que la estamos desperdiciando, que le podemos dar más uso a esa grúa. Lo que me gustó mucho es que es mexicana, lo anuncian como de un precio bajo, a comparación de otras, y la verdad es que sí”.
A Laura también le agradó que Abuelo Cómodo le diera una semana de prueba: “eso me agradó porque habíamos comprado otro aparato anteriormente, pero mi abuelita no lo quiso, no lo quiso, no lo quiso y no lo pudimos usar”.
A las personas que, al igual que ella, tienen un familiar con problemas de movilidad y están buscando una herramienta que les apoye, Laura les sugiere, “que hagan la prueba, que afortunadamente nos dan una semana de prueba, que por ser aquí en México los gastos de envío van a salir mucho más baratos, pues cualquier cosa del extranjero es más más tardado y más caro”.
En la experiencia de Laura Lara “la grúa para pacientes es muy fácil de usar, la mía que es hidráulica tiene una palanquita y está muy suavecita”.
