Índice Express
¿Cuál es el riesgo de que un adulto mayor se caiga?
Cuando hay caídas en el adulto mayor, es muy probable (20 %) que la caída resulte en una lesión que requiera hospitalización. Como ya sabemos, esto puede conducir a la parálisis de las piyamas, con consecuencias muy negativas para la calidad de vida y la salud de tu ser querido.
Al mismo tiempo, cuando un adulto mayor comienza a perder sus capacidades físicas, las caídas se vuelven mucho más probables. El CDC de Estados Unidos estima que 1 de cada 4 adultos mayores se caen cada año. Esto es sólo la punta del iceberg, pues la mayoría de las caídas no se reportan debido a que el adulto mayor o no les da importancia o se avergüenza de estar perdiendo su independencia.
¿Qué lesiones puede sufrir tras una caída un adulto mayor?
95 % de las fracturas de cadera en el adulto mayor ocurren tras una caída. Sin embargo, muchos otros tipos de fracturas también son comunes, especialmente de pierna, muñeca y brazo.
El tipo de lesión más preocupante es cuando el adulto mayor se golpea la cabeza tras una caída, ya que puede quedar inhabilitado permanentemente o incluso morir. Aunque tu adulto mayor te asegure que está bien tras una caída, si se ha golpeado en la cabeza, es necesario que lo evalúe un especialista incluso si parece que no se ha hecho un daño mayor.
Finalmente, el daño que causan las caídas es también psicológico, pues generan inseguridad y dependencia en los abuelos. Es muy probable que, tras un accidente, ellos mismos comiencen a retraerse y a participar cada vez menos en su vida cotidiana y que, consecuentemente, disminuya su movilidad.
¿Qué puedo hacer para evitar caídas en el adulto mayor?
Lo principal es conocer el riesgo. Aquí encontrarás una prueba sencilla para determinar si tu ser querido está perdiendo movilidad y es momento de tomar medidas preventivas.
La adaptación del entorno es una de las maneras más sencillas de prevenir buena parte de las caídas. Esto va desde la remoción de obstáculos hasta asegurarse de que no haya superficies resbalosas en la casa y que el adulto mayor tenga calzado antiderrapante.
Uno de los motivos por los cuales conviene recurrir a un gerontólogo especialista en lugar de un médico general es que las medicinas pueden causar mareos o pérdida del equilibrio. Un especialista considera estos factores al momento de ajustar las dosis y recetar regímenes terapéuticos. Aun así, siempre vale la pena preguntarle al doctor si uno puede anticipar algún efecto secundario como debilidad, mareos, desmayos o espasmos musculares.
Finalmente, cuando el riesgo de caídas es alto, es necesario recurrir a herramientas como cinturones de traslado o incluso grúas para pacientes. Algunas de las peores caídas, tanto para el adulto mayor como para el cuidador, ocurren cuando ambos están desprevenidos. Por ello, hay que evaluar los riesgos y siempre anticiparse a ellos, en vez de reaccionar cuando una caída se presente, pues para ese entonces ya será demasiado tarde.
¿Conoces la Grúa para pacientes de Abuelo Cómodo? Haz clic aquí para saber más de ella y de sus beneficios.