Año tras año, los accidentes y caídas en personas de la tercera edad son más frecuentes, y se vuelve necesario adoptar medidas eficientes para prevenir estos tropezones y resbalones. Aquí te explicamos todo lo que necesitas saber para prevenir caídas en adultos mayores.
¿Cuáles son las causas más comunes de las caídas en los adultos mayores?
Si pensamos que el 13.5% de las muertes a nivel mundial se dan por lesiones a causa de caídas, no nos sorprendería saber que los ancianos y enfermos se encuentran en mayor vulnerabilidad ante este tipo de accidentes.
La mayor causa de fallecimientos entre los adultos mayores se da por causa de lesiones infringidas en una caída (Organización Mundial de la Salud, 2010).
Esta vulnerabilidad responde a que el deterioro natural asociado al envejecimiento hace que el riesgo se incremente con el pasar del tiempo. Según el doctor Eric Blake, jefe de la Unidad de Geriatría de Clínica Alemana, el 30% de las personas mayores de 65 años se cae una vez al año. Este porcentaje aumenta a un 50% en los adultos mayores de 80 años.
Si bien las caídas suelen ser asociadas a pérdidas de equilibrio, también existen algunas causas por las que se incrementan este tipo de accidentes en el adulto mayor. Entre ellos están:
Sumado a esto, es importante mencionar que existen también causas asociadas a algunas enfermedades y condiciones de salud que pueden presentar las personas de la tercera edad, y que aumentan el riesgo de padecer lesiones y accidentes, por lo que es fundamental conocer alternativas para prevenir caídas en adultos mayores.
¿Cuáles son las lesiones más frecuentes en los adultos mayores mexicanos tras una caída?
Los estudios del INEGI (2013) muestran que las caídas más frecuentes en nuestros ancianos generan lesiones en sus caderas, brazos, antebrazos y pies. A diferencia de los porcentajes mundiales, en México las mujeres mayores son mucho más propensas a las caídas que los hombres mayores. Conforme aumenta la edad, la cantidad de caídas aumenta. Saber cómo prevenir caídas en adultos mayores es muy importante, ya que estas lesiones les pueden afectar por el resto de sus vidas.
¿Cómo puedo prevenir las caídas de una persona anciana en mi casa?
Dado que la mayoría de las caídas se dan en casa, hemos compilado aquí una serie de acciones sencillas que pueden ayudar a prevenir caídas en padres y abuelos vulnerables con los que convivimos en nuestros hogares.
1. Calzado cerrado, con suela antideslizante
Consideren la compra de un calzado adecuado, que no se resbale la suela y que se reemplace cuando sea necesario. Siempre es mejor que la persona mayor use calzado cerrado y no uno que se zafe al caminar. Hay que cuidar que no tenga agujetas sino que se pueda abrochar mediante velcro, por ejemplo.
2. Actividad física diaria
Los ancianos y personas mayores cuya salud lo permita deben realizar ejercicio diariamente de acuerdo a sus capacidades. Desde salir a dar la vuelta a un parque cercano a caminar alrededor de la cuadra, los adultos mayores se benefician de mantener su cuerpo alerta y en movimiento entre 20 minutos y una hora diariamente.
3. Cuidado con las medicinas
Si nuestro adulto mayor toma una medicina que afecta su capacidad de movimiento o de percepción, hay que mantenerse alerta y acompañarle mientras dure el efecto de su medicamento.
4. Evitar factores de riesgo
Procuren revisar con frecuencia los suelos de la casa: si hay alfombras o pisos adhesivos hay que evitar que las orillas se levanten, así como reemplazar las baldosas rotas.
5. Baños y espacios húmedos
En algunos casos resulta útil colocar piso o cinta antiderrapante para prevenir caídas en los baños o lugares donde por la humedad el paso se vuelva peligroso.
6. La iluminación es clave
Instalen suficientes luces y apagadores para todos los rincones de la casa por donde se camina durante la noche. Las lámparas que se instalan iluminando el piso son muy útiles para las personas de la tercera edad. Incluso se pueden poner justo donde hay un escalón o cambio de nivel para que la persona lo recuerde.
7. Soportes para el ascenso y descenso
Las escaleras deben contar con pasamanos a la altura adecuada y bien sujetados a lo largo de todos los escalones.
8. Apoyo para cadera
En algunos casos se puede utilizar un protector de cadera para personas cuyo historial médico así lo recomiende.
9. Contención al dormir
De ser posible, es muy útil instalar barandales a las orillas de la cama o la compra de una cama de hospital, debido a la facilidad para subir y bajar dichos barandales. En otro caso, se pueden emplear los rollos de hule espuma que los niños usan en las albercas. Basta acomodar algunos de estos rollos de mayor grosor por debajo de las sábanas y encima del colchón para contener a las personas mayores en cama.
10. Conoce a quien cuidas
Es indispensable que la familia y cuidadores reconozcan la necesidad de movimiento particular de cada paciente o adulto mayor para que le ayude y favorezca dicha movilidad, que es muy importante para su salud.
Tras una caída: secuelas psicológicas
Aunque el paciente no lo note, una caída deja una cicatriz emocional que se traduce en miedo a realizar actividades diarias.
Tras una caída, el adulto mayor puede presentar miedo a cambiarse de ropa, sentarse a la mesa a comer o ir al baño.
Su cuerpo guardó una memoria de su caída y ahora necesita un refuerzo para su movimiento. Esta es una reacción normal que la familia debe apoyar. Es importante que se considere una visita al psicólogo y el uso de un apoyo como un bastón o grúa para pacientes por algún tiempo para ayudar a la persona a que vuelva a confiar en sí misma.
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También recomendamos leer:
Organización Mundial de la Salud. WHO Global Report on Falls Prevention in Older Age. [Online] 2007.
Instituto Nacional de Geriatría. [Online] Febrero 2015.
Bibliografía:
Organización Mundial de la Salud. Traumatismos y violencia. Datos. Ginebra : s.n., 2010.
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