El salvaescaleras llegó para ofrecer una solución a esta familia
Al permanecer en su habitación, en el segundo nivel, disminuyó la convivencia entre Bertha y el resto de la familia. Lucy comenta que por recomendación del médico, consideraron adecuar la recámara de su madre en la planta baja, pero “ella es de las personas que le gusta que el diseño de su casa esté igual, así que se ponía triste porque yo le mencionaba: Mami, yo le voy a agarrar el comedor y le hacemos una recámara. Ella dijo: no, no y no”.
Bertha y Margarita ya no pueden subir escaleras.
La preocupación de Lucy por la salud de su madre y hacer algo para mejorar su calidad de vida, la motivó a reunir a su familia para buscar una solución: “Nosotros veíamos que era muy necesario hacer algo para ella. A mi mamá y a mi tía se les dificulta estar subiendo las escaleras, así que pensamos que ellas tuvieran algo más cómodo para que podamos tener una convivencia familiar con ellas, desayunar, comer, todo. Nos reunimos todos, mi esposo buscó en redes sociales y encontró a Abuelo Cómodo, que nos ofrecía una oportunidad para mi mamá y mi tía”, mediante sus salvaescaleras o montacargas.
Lucy menciona que debido a la forma curva de las escaleras, el equipo de Abuelo Cómodo les ofreció la colocación de un salvaescaleras, que se adecuó al espacio sin alterar la arquitectura de la casa. “Convencimos a mi madre para que se pusiera un elevador, para que no dejara su recámara y ella aceptó. Ahora baja y sube tranquila, veo que ella ya está muy estable”, dice contenta.
Este salvaescaleras, montacargas o elevador, como la familia lo llama, lo usan Bertha y Margarita. “Las veo muy a gusto porque suben las dos, está muy agradable, no hace mucho ruido y quedó muy agradable. Están muy contentas con lo que hicimos para su comodidad”, agrega.
Antes, “cada vez que mi mamá bajaba se sofocaba, era muy, muy pesado; ella tenía que inhalar mucho para que pudiera tranquilizarse, pero desde que tenemos el elevador sale de su recámara, baja, sube y ya no hay ningún problema”, resalta Lucy.
A lo largo de tres meses “hemos visto el avance de ella, su comodidad, su salud. Eso de que se agitaba demasiado ya se acabó, porque ya muy contenta abre, se sienta, cierra y pues entre ella y mi tía se ayudan para apretar el botón cuando nosotros no estamos aquí. Es muy recomendable la decisión que tomamos nosotros por la salud y bienestar de mi familia”, sostiene Lucy.
Confiesa que tener esta herramienta le da tranquilidad a todos en su hogar: “ella ya está más tranquila porque ya no hace ese esfuerzo para subir y bajar las escaleras. Creo que las escaleras para todas las personas de esa edad no son muy recomendables, es mejor tenerles algo muy cómodo y más que nada por la seguridad de nosotros los familiares”.
Lucy reconoce que antes sentía miedo de no estar en casa y que su madre se cayera por las escaleras, pero “ya me siento muy tranquila desde que tenemos el elevador, nos sentimos más seguros y yo más tranquila por su salud. Ahora que mi mamá ya ve la diferencia de sentirse mejor y no agitarse, pues, es algo muy bonito, porque ahora ella sube muy tranquila y muy contenta. Adaptamos algo que se nos hizo muy bonito, ellas se sienten muy cómodas en el elevador, muy contentas. Nos dijeron que era para 500 kilos y a veces suben juntas las dos, una sentadita y la otra paradita”.
Con base en su experiencia, Lucy recomienda a las familias que tienen adultos mayores en casa o algún miembro de su familia con dificultades para subir escaleras que contacten a Abuelo Cómodo y pregunten por los salvaescaleras o montacargas “porque es la tranquilidad de nosotros y la seguridad de ellos. Con lo que yo estoy haciendo les diría que se reúnan entre familia, como yo lo hice con la mía, y que experimenten porque más que nada van a estar tranquilos de saber que mamá, papás, tíos, no van a tener un accidente al arriesgarlos a las escaleras. Yo les recomiendo a todos que sería la mejor opción”.
Te invitamos a ver el video de la Historia de Éxito de Lucy aquí.
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